Noticias que Impactan (Dimitri y Lucy)

Era el momento, Lucy se había portado de maravilla últimamente, dando lo mejor de ella misma, ya había pasado la presión social por la muerte de mi amada Cersei, y era momento de moverse hacia adelante. Había dos grandes noticias, una para cada uno de mis hijos. Aunque ambas los afectaban a los dos, siendo hermanos se preocupan el uno por el otro, a su manera única, especialmente Lucy .

Los había hecho venir a la mansión a una semana de haber iniciado la escuela, en las vacaciones apenas había tenido tiempo para ellos, pues eran sus vacaciones, no las mías. Los había visto juguetear en el jardín, era temprano aún, había ordenado una cena sencilla para los tres, las noticias eran fuertes, y ya conocía cómo reaccionaba Lucy, no iba a querer comer tras lo que le dijera, o arrojaría algo enojada, por lo que había pedido la vajilla más simple para la ocasión. No sabía cómo dar ambas noticias, una era total alegría, y la otra era triste, quizá debería anunciar primero el compromiso de mi primogénito y que entre ellos desenmarañen los hechos para que la niña se entere de lo que le sucedió a su madre el 3 de abril, lo entendería, así como entendió que no se le presentara en sociedad, que no asistiera a reuniones importantes y que yo no la quisiera en ese torneo. Lo entendería.

Salí al jardín, caminando hacia donde ellos se encontraban charlando, desaliñados, riendo a carcajadas; miré con desaprobación a Dimitri, quien rápidamente se incorporó, y luego a Lucy, quien siguió a su hermano, con una actitud más relajada. En definitiva lo entendería. Es hora de la comida, así que los invito a pasar, hay algunas cosas de las que debemos charlar. Les advierto que no voy a aceptar ningún comportamiento inapropiado, ¿entendido? Miré directamente a Lucy y me giré en dirección a la entada, directamente rumbo al comedor.

Me la estaba pasando de maravilla, juando con mi hermanita pero ya era hoa de regresar a la realidad, recordando que pade nos había citado para algo importante, y que miaría a los ojos a Lu para decirle que le mentí, ¿se sentiría traicionada de nuevo, o aceptaría mi apoyo? No lo sabía, sentí miedo ante la duda. Cuando vi a padre acercarse, me levaanté y acomodé la ropa, aunque su mirada lo decía todo. Ayudé a Lucy a incorporarse y, en cuanto él se giró le seguípaso, esperando a que Lucy avanzara a mi lado.

El camino al comedor no era demasiado, pero yo estaba sumamente nervioso, sentía cómo sudaban mis manos. Padre debió decir lo que fuera en la noche, sentados todos junto a la chimenea, no a la hoa de la comida. Sinceramente todos sabemos lo impulsiva y explosiva que es Lucy, seguramente el guiso no sería probado, o lo habría deborado para luego arrojar los trastes. Pero había un problema y era que Madre ya no estaba para defenderla de la ira de padre. Entramos en el comedor, padre se sentó a la cabea de la mesa, yo a su lado derecho y Lu al izquierdo.

No podía creer que mi plan de jugar con ese amargado hubiera funcionado, por un rato recuperé a mi hermano, y no quería perderlo. De pronto Dim se puso de pie, y me ayudó a hacer lo mismo, padre venía hacia nosotros, nos miró como normalmente me mira, con desaprobación, esa mirada se volvió común desde que decidí tener mi habitación junto al árbol, quería una que me dejara escapar y la única que tenía la ventana amplia era la que se usaba como alacena en la parte superior. Madre aceptó y convenció a padre, pero creo que desde ese momento él ya me veía como la oveja negra. Dim, por otro lado, no estaba acostumbrado a esa mirada, y lo vi incomodarse, le sonreí para animarlo, pero volví a estar algo seria, por fin se daría la tan esperada charla, y el discurso de toda la vida, "o te comportas o te va mal". Entendido, Padre Y se giró como si no me hubiera escuchado.

Caminamos detrás de él, yo trataba de estar al lado de mi hermano, pero lo veía algo raro, en definitiva algo lo preocupaba, y me pregunté si era lo mismo que lo molestaba cuando llegué a molestarlo momentos antes. Entramos y nos sentamos como siempre, salvo que ahora yo ocupaba el lugar de mi madre en la mesa, eso me incomodaba un poco, pero en realidad no podía hacer nada, no mientras ella no regresara de sus largas vacaciones.

Trajeron la cena, y yo estaba encantada,era un Sunday roast con pudin yorkshire, extrañaba esa deliciosa comida casera, sencilla y de un solo tiempo, aunque la verdad, en el castillo había probado muchas cosas, no podía quedarme con el antojo de una sola cosa. Esperé a que padre tomara sus cubiertos, miré a Dim hacer lo mismo y entonces comencé a comer con tremendo gusto. Nada podría arruinar aquel día.

Al entrar al comedor, ambos tomaron sus asientos, esperamos a que apareciera la comida en nuestros platos y comencé a degustar, sin preocuparme demasiado lo demás. Miré de reojo a mi hija, tenía el cabello rapado de un lado, con ramitas y trozos de hojas atorados en el. Miré a mi hijo, quien presentaba una imagen similar, pero su semblante era más serio, frío, ¿sería que esta vez sí los distanciaría para siempre? No era lo que esperaba, me hubiera encantado que Lucy fuese tan hermosa como Cersei, tan recatada como ella y que tuviese la facilidad de comportarse y desempeñarse como ella. Sin embargo era todo lo contrario en la vida cotidiana, en algunos eventos estoy seguro de que podría comportarse, ¿o es que no había logrado un encuentro con el hijo mayor de Armand? Aunque no tengo ni idea de por qué se distanciaron tras eso. Quizá consiguiera casarla a ella también, mientras logre presentarla en sociedad como una dama y ella obedezca, lo que suceda después ya será problema de su marido.

Interrumpí mi comida por un momento, limpié mi boca con la servilleta y miré a Dimitri. -Dimitri, te tengo una agradable noticia, he concretado un compromiso matrimonial para ti. Esperé a ver su reacción y la de mi hija -La afortunada es a otra hija de mi amigo Armand, Danielle Hamilthon, será una buena esposa para ti, pese a ciertas dificultades que pudiese presentar su actitud, ella es toda una dama, y muy hermosa, según me han comentado.

De nuevo hice una pausa para escuchar cualquier argumento que él podría darme, aunque estaba seguro que no se opondría y seguí comiendo. La primera bomba ya había sido lanzada, era turno de la segunda, la que más daño podría llegar a hacer.

La comida era sencilla, y al parecer a Lu le había gustado, pues en cuano pudo poner sus cubiertos a trabajar, se abalanzó sobre su plato con demasiado ánimo, eso me alegraba, quería que comira bien antes de escuchar a padre...Estaba nervioso, así que mi comer era demasiado lento, pausado, degustando la comida e intentando deshacarme del nudo que estaba en mi estómago, yo también debía comer lo mejor posible. Entonces mi padre se detuvo y se dispuso a hablar con nosotros, lo que llevó mi alma a los pies, en especia poque me miró a mí, respié hondo y rogué que no fuera a delegarme a mí la tarea de hablar con Lucy, pero lo que siguió me tomó por sopresa.

Matrimonio. Justo cuando me había enamorado, justo cuando lo que más deseaba era compartir mi vida con una chica especial se me informa que estoy comprometido...Miré a Lu por apoyo, le acababa de contar lo de Danielle Hamilthon, acabábamos de hablar de mis sentimientos y de ponto...me desplomé de cierta forma, me acababa de explotar en la cara un mal chiste, la primera vez que me dejo lleva por los sentimientos, comportarme como Lucy y me sale mal...cuando lo escucho decir el nombre. ¡Impposible! Mis ojos se clavaron en los de Lu, ella me daba ánimos y estaba alegre de verdad. -Padre, estoy seguro de que será una esposa excepcional, la he visto en el colegio y es hermosa, de eso no me cabe ni la menor duda, inteligente, culta y con el porte y carisma que una dama de sociedad debe tener, me halaga que se me permita ser su compañero de vida...pero tengo una única petición, padre, quisiera ser yo quien le diera la noticia, quisiera poder...interactuar con ella antes de que nada suceda, por favor

Apenas había hablado con ella en una ocasión, aunque habíamos participado juntos en el torneo, sentía que ella tenía sentimientos por el francés...A ella no le negaría nada, y si su corazón ya tenía dueño, lucharía por él antes de que le digan que me ha sido obsequiada su mano. Si no consiuiese ser su caballero, no sería su esposo, ese era mi plan, ese era mi regalo para ella y no uería que mi padre o el de ella aruinaran esa idea, su mano no la despreciaba, pero mi anhelo real era su corazón.

No me detuve aunque vi que padre lo hacía, pero me dio una enorme sorpresa la noticia que le dio a Dim. Estaba por terminar mi plato cuando la palabra matrimonio sonó, me detuve de golpe y miré a mi hermano, afligido, triste...justo me habló de esa chica, la cuervo Hamilthon, y lo hizo con una ternura que no podía evitar sentirme mal por él, le pasaba lo que a mí siempre: te pasa algo que te hace feliz y padre lo convierte en una pesadilla, te hace sentir que es un error dejarte ser.  Pero nos sorprendió a ambos cuando continuó, mi hermano tenía demasiada suerte, su prometida era la misma chica que él quería. 

Dejé los cubiertos y me limpié como había hecho padre, para disimular una sonrisa de alegría, pero mis ojos destellaron de violeta, estaba contenta de verdad por él, retiré mi servilleta y escuché atentamente a mi hermano, su respuesta me agradaba mucho, él estaba dispuesto a hacer las cosas bien, pese a que tiene segura la compañía de ella, le estaba dando su propio estilo a éste acontecimiento tan importante y por eso estaba orgullosa de él.

Dejé los cubiertos de lado, segura de que eso le haría muy feliz a mi madre, ya debería regresar de sus vacaciones y organizar la cena en la que se pide la mano, la fiesta de compromiso, darme clases de etiqueta para la ocasión, pensar en los distintos vestidos...por primera vez todo eso me emocionaba de sobre manera.

Terminé de comer, bebí un poco de vino y escuché a mi primogénito hablar, su petición era sencilla, pero imposible, le correspondía a su padre pensar en la manera de decirle que estaba comprometida, él la conocía mejor y sabía cómo hacerle obedecer. -Me temo que no puedo hacer eso, Armand se encargará de informarle de la forma que considere correcta, no puedes hacer nada al respecto, ni yo puedo decirte que lo haré. Lo que sí puedes tener por seguro es que sucederá aunque primero debes graduarte. La cena entre ambas familias y el baile por el compromiso podrán tener lugar antes, eso lo veré con Lucy en cuanto Armand me diga que ha de tener lugar. -Miré a Lucy y, pacientemente, esperé su respuesta, discimuladamente miré también a Dimitri, la reacción de ambos al hablar de matrimonio me había hecho creer que se estaban acercando, ¿estaría él dispuesto a explicarle a Lucy lo sucedido? No me desobedece nunca, y si se lo pido él hablaá con ella.

-Termina de comer, querida, y entonces hablamos, no te falta mucho. Dimitri, has lo mismo, por ahora quiero silencio -La interrumpí, quería que no hubiera trastes cerca cuando le hablara, no quería que surgiera un incidente, me lo había pensado mejor al ver con cuánto ánimo comía.

Me puse a comer en silencio tras asentir a lo que mi padre me había dicho, y miré a Lucy, ella se encargaría de los preparativos, y eso no lo entendía, se leía en su cara. Me mordí mi lengua para no decirle nada, era a indicación de padre, y si él quisiera, también lo diría yo. Por mucho que haya cambiado, no desobedecería a mi padre jamás.

Terminando la cena, esperamos la indicación de padre para avanzar rumbo a su estudio, pero no pude mirar más a mi querida hermana a los ojos, por lo que caminé mirando al suelo el corto recorrido. Una vez adentro nos sentamos, cada quien en su sillón, como había sido siempre desde que éramos pequeños, cuando padre nos leía. Pero ahora, sería testigo de lo que suele suceder cuando a padre se le mete una idea, y a Lucy le pasa algo con lo que no está de acuerdo.

Me quedé en silencio, paciente, esperando a que mi padre o Lucy hablaran, pero incapaz de levantar aún la mirada, de menos, la comida había terminado, y eso nos lleva a una situación menos voluble o peligrosa.

Le negó la idea de ser él, me preocupaba de cierta forma que ella se sintiera acorralada, que se negara a la idea o que no le diera la oportunidad a mi hermano de hacer las cosas de la forma correcta, de enamorarla como él deseaba hacerlo, pero esperaba que aquello no resultara demasiado complicado. Sin embargo hubo algo más que me hizo saltar de pronto, ¿yo debería arreglar la cena? Ese es el trabajo de la señora de la casa, es decir, de mi madre, pero cuando estaba a punto de protestar mi padre se me adelantó, y me pidió que terminara de comer, lo que hice sin chistar.

Entonces nos fuimos al estudio, y sentí como si de la nada Dimitri hubiese cambiado, eso me puso aún más nerviosa. Una vez adentro nos dispusimos a charlas, con nuestros lugares asignados, como una escena ensayada con anterioridad, no pude evitar recordar la última ves que estuve ahí, cuando padre se atrevió por vez primera a levantarme la mano, y a abofetearme, nadie más sabía de aquello, me sentía verdaderamente incómoda en ese lugar, pero con Dimitri presente nada pasaría, aunque hubiese preferido que mi madre estuviese ahí...me sentía abandonada por ella desde hace varios meses, pero debía entenderla y apoyarla.

Me puse en marcha, todos ya sentados, listos para poder empezar la plática, entonces encendí un cigarrillo y lo miré. -Como dije antes, Lucy, las decisiones familiares son impotantes, y ahora eres la mujer de la casa, al menos hasta que tu hermano y tú se casen, pero el asunto de tu boda es algo que debo atender más adelante. Por ahora quiero que entiendas la importancia de los eventos que se avecinan, querida, y que nada debe perturbar tu mente o alejate de ese cometido.

Miré de pronto a Dimtri, con la idea de que entendiera el mesaje, en cuanto Lucy peguntara por su madre, yo le respondería, pero querá que él la calmara, la tranquilizara, no quería otro profundo siencio por parte de mi hija durante dos años, sabía que ell no me perdonaría el no haberle diho anes, pero no había tiempo para esas tonterías, sólo esperaba que Armand diera luz verde para continuar con esto. Inhalé profundamente mientras ella parloteaba. -Lucy, tú te encargarás sola de la cena, la fiesta y los preparativos, tú sola. Tu madre no puede ayudarte más -Le dí un par de segundos para la preguntaobvia -Querida hija, tu madre falleció el 3 de abril. Como te he dicho, las decisiones son por el bien de la familia, te vi romperte antes y no quería una escena así en el funeral de tu madre, no quería que los demás sintieran lástima por ti, o por nosotros. Tu madre era una mujer fuerte, y no permití que su funeral fuese difernte a como ela se proyectaba y era. -entía esas ganas de llorar, no me gutaba hablar de la muerte de Cersei con nadie, por mucho que fuese un matrimonio arreglado, yo le amaba con todas mis fuerzas, más que a nada en el mundo, y ella se había ido.

Sentía temblar mis manos, me contuve para no tamborilear con mis pies, miraba únicamente a padre, erguido y en total silencio, con una sensación extraña de traición contra mi hermana, una sensación sencillamente desagradable, la tenía cerca por decisión de ella, y por esa misma iniciativa, la tendría lejos en cualquier momento sin siquiera poder hacer algo, pero ya era demasiado tarde, debí habérselo dicho en cuanto el funeral terminó, debí haberle hablado cuando me nacieron esos deseos de acercarme a ella, de charlar con ella en cuanto pude medio entender porque era así...era sencillamente tarde y, por vez primera, tenía miedo de perder a mi hermana ara siempre, era algo que quizá no me perdonaría, porque, por, muy comprensiva que ella era, nunca había aprobado mi obediencia ciega a nuestro padre.

Seguí inmóvil, incapaz de mira a mi hermana por un segundo, no quería soportar la culpa de sus ojos acusadores, con la idea de querer descifrar si lo sabía, si se lo oculté con intención...eso no lo soportaría, y menos el verla llorar, no podría contenerme con ganas de abrazarla y de dejar que descargue toda su ira en mí. Pero por mucho que lo pensara, me quedé quieto mirando a padre, mirando cómo le decía a Lucy la tremenda verdad, con la ansiedad de escuchar su respuesta, encogiéndome cada vez que ella me hablaba, apretando mis labios para no decir nada, porque sabía que lo que dijera empeoraría todo, esperando una indicación de padre para actuar.

La habitación me absorbió, me sentía incómoda y por ello no quería sino terminar pronto el tema, aunque las charlas familiares ahí nunca terminaban bien. Me quedé escuchando a padre, sin pensar del todo en el peso de sus palabras, o sin mirar a mi hermano, él me estaba poniendo más nerviosa y no lo soportaba, ya tenía suficiente conmigo misma. Respiraba profundamente antes de decir algo tonto, hasta escuchar que mi madre no podía ayudarme más ¿cómo era eso posible, si ella amaba organizar esa clase de cosas? ¿era una prueba? Claro que no, ella no me dejaría algo tan importante a mí sola. -No lo entiendo del todo, ¿qué le pasa a madre? ¿por qué no la he podido ver? Ella no se perdería el acontecimiento del siglo, la boda de su pequeño Dim, y menos me dejaría sola para la organización.¿Qué pasa? -Y la velocidad con la que me respondió padre me aturdió por un par de segundos. Ni me regañó por mi forma de hablarle, o de interrumpirlo, no me dijo nada sobre lo poco verosímil de mi comportamiento sino que...

-Muerta...¿¡MUERTA!? Desde el 3 de abril...es que me estás jugando una estúpida broma. Mi madre no está muerta, no puede estarlo...ME PRIVASTE DE DESPEDIRME POR TU MALDITO EGOÍSMO. No puedo creer que no nos lo dijeras, teníamos derecho... Me cayó el 20, a Dim lo conocían en el torneo, a Dim lo conocen como el primogénito Blackwood, y en ese entonces él aún no entraba al colegio. Me giré a él, furiosa, pues ni siquiera me miraba -Lo sabías,¿verdad? ¿VERDAD? Mírame, Dimitri. -Lo sabía y no me iba a dar respuesta de nada, no supe distinguir si había algo en su mirada, pero no me importaba, estaba molesta, dolida, desprotegida.

-Ni voy a organizar la fiesta, ni nada, quisiste mantenerme lejos en un momento familiar, pues me mantengo lejos en los momentos familiares, que a tu hijo y a ti les vaya de maravilla...-Me interrumpió, lo que no me extrañaba, estaba sobresaltada, y no faltaba más que una amenaza de su parte para que tratara de calmarme. -Quiero ir a ver a mi madre...sólo quiero verla... esperé su respuesta a esa petición, y salí corriendo a mi habitación, no huí lejos, no tenía por qué hacerlo, ya no tenía a dónde ir, me quedé ahí en mi cama, escuchando el ruido de afuera, quizá sea Dim...no hablaría con él, no por ahora, no me vería él así

La vi desconcertarse, y poco a poco perder el control, sus ojos de ese intenso rojo sangre, sus cabellos de un magenta algo intenso, pero todo tenía tonalidades azules, la furia no apagaba su tristeza. Me quedé quieto, esperando a que terminara su berrinche, cuando vi a mi hijo paralizado, sin siquiera ver a su hermana, lo que me causó molestia, no estaba dispuesto a enfrentarla,  y yo no podía dejar que llegara demasiado lejos, o después no volvería a centrarse.

-Entiendo que no tengas ni la cabeza ni el conocimiento para tales cosas, eso ya lo había pensado, una organizadora se encargará, pero ante todos se sabrá que fuiste tú, y me importa un bledo lo que quieras pensar, tendrás tu esposo algún día, y tus hijos y tendrás que tomar decisiones así de complicadas. Ahora me vas a obedecer y se terminó la discusión. Ahora que no está tu madre no tengo motivos para dejarte en esa escuela, o para seguir tolerando tus rarezas sin ponerles un alto. Tu madre te defendía, y ya no está, así que compórtate, y siéntate -Y dicho eso escuché su petición, era una muy natural, necesaria, y entendible. -De acuerdo, mañana temprano Dimitri te llevará a donde está, no quiero que vayas sola. -Y no pude evitar una preocupación en la voz, la quería por mucho que llegara a pensar lo contrario, extrañaba a Cersei y...ella era parecida a su madre, no podía evitar querer cuidarla, pero existían asuntos importantes. Aunque una parte de mí no podía evitar pensar que, si no le quería decir lo de su madre era porque la había visto perder a un ser querido y romperse, que perdiera ahora a su pilar...no podía imaginar lo que le pasaría. Pero era mejor pensar que lo hacía por e bien de la familia.

Ella salió corriendo a su habitación, sin duda necesitaba alejarse de nosotros. -Dimitri, síguela, y trata de calmarla, mañana tienen una excursión juntos. Y por favor, ponte los pantalones y dile algo, no puedo creer que te comportaras así.