Crea una historia

En un frondoso bosque discurrían dos sinuosos ríos muy próximos entre si, casi pegados se podría decir, pero no llegaban a tocarse. El uno tenia las aguas cristalinas y transparentes y el otro oscuras y opacas....

En un frondoso bosque discurrían dos sinuosos ríos muy próximos entre si, casi pegados se podría decir, pero no llegaban a tocarse. El uno tenia las aguas cristalinas y transparentes y el otro oscuras y opacas.... Aparecio un hombre pequeño de la nada, con ropas deshechas y un hacha en la mano, buscando la fuente de la felicidad...

En un frondoso bosque discurrían dos sinuosos ríos muy próximos entre si, casi pegados se podría decir, pero no llegaban a tocarse. El uno tenia las aguas cristalinas y transparentes y el otro oscuras y opacas. Aparecio un hombre pequeño de la nada, con ropas deshechas y un hacha en la mano, buscando la fuente de la felicidad, un hombre nacido de los siete mundos existentes pero habitante de ninguno...

En un frondoso bosque discurrían dos sinuosos ríos muy próximos entre si, casi pegados se podría decir, pero no llegaban a tocarse. El uno tenia las aguas cristalinas y transparentes y el otro oscuras y opacas. Aparecio un hombre pequeño de la nada, con ropas deshechas y un hacha en la mano, buscando la fuente de la felicidad, un hombre nacido de los siete mundos existentes pero habitante de ninguno. Aquel hombre harapiento con mirada perdida y un semblante demacrado se sentó a descansar en la franja de tierra entre ambos cuerpos de agua...

En un frondoso bosque discurrían dos sinuosos ríos muy próximos entre si, casi pegados se podría decir, pero no llegaban a tocarse. El uno tenia las aguas cristalinas y transparentes y el otro oscuras y opacas. Aparecio un hombre pequeño de la nada, con ropas deshechas y un hacha en la mano, buscando la fuente de la felicidad, un hombre nacido de los siete mundos existentes pero habitante de ninguno. Aquel hombre harapiento con mirada perdida y un semblante demacrado se sentó a descansar en la franja de tierra entre ambos cuerpos de agua; que de repente se elevaron revelando sendas cavernas, enseguida supo que debía escoger una de las dos y que esta marcaría su camino, ¿o quizá no?.

En un frondoso bosque discurrían dos sinuosos ríos muy próximos entre si, casi pegados se podría decir, pero no llegaban a tocarse. El uno tenia las aguas cristalinas y transparentes y el otro oscuras y opacas. Aparecio un hombre pequeño de la nada, con ropas deshechas y un hacha en la mano, buscando la fuente de la felicidad, un hombre nacido de los siete mundos existentes pero habitante de ninguno. Aquel hombre harapiento con mirada perdida y un semblante demacrado se sentó a descansar en la franja de tierra entre ambos cuerpos de agua; que de repente se elevaron revelando sendas cavernas, enseguida supo que debía escoger una de las dos y que esta marcaría su camino, ¿o quizá no?.

Se quedó ahí quieto sin elegir nada, el era mitad oscuridad y mitad luz, no podía decantarse por una o por otra, de modo que permaneció allí completamente parado, consumiéndose de sed e inanición, hasta que su carne se seco, su esqueleto apareció y años después.... polvo, no había mas que polvo en el lugar y una elección que hacer.